viernes, 18 de marzo de 2011

La impotencia de un pueblo

Familias enteras devastadas por la pérdida de los suyos. Sus más rampantes sueños ahora hechos añicos por la sinrazón de unos pocos. Ciudadanos -flemáticos, dicen, pacientes y educados- que jamás hubiesen pensado en ésta la peor de sus pesadillas. Años y años de concienzudo trabajo echados por la borda en menos de un mes. Una auténtica ola de sevicia y oprobio devoró sus ilusiones, sus pertenencias, sus más intimos anhelos. Hay al norte de Londres una afición -concretamente la del Arsenal- que está sufriendo esto y mucho más. No seremos nosotros-hablo en nombre de PyJ- quienes solicitemos compasión por ellos; sería esto un peligrosísimo síntoma de que algo no marcha bien.

Pues bien, deseamos desde lo más hondo de nuestro sentimiento hotspur : 1. Que se trasladen a su antiguo barrio del sur de donde nunca debieron irse, dejen así limpias las calles de nuestro barrio los colonos gunners. 2. Que, una vez allí, Dios mediante, desaparezcan para siempre de la faz de la tierra.

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